El cáncer de ovario sigue siendo uno de los más comunes entre la población femenina seguido del cáncer de mama, situándose así entre los diez tipos de cáncer con más casos detectados en mujeres. Aún así, gracias a las innovaciones e inversiones en la investigación de la enfermedad, el número de pacientes que superan el cáncer aumenta y consecuentemente también influye en la esperanza de vida.
Según La Sociedad Andaluza de Oncología, unas 600 mujeres serán diagnosticadas con cáncer de ovario en nuestra comunidad, y casi la mitad de ellas serán capaces de superarlo con éxito.
Algunas de las técnicas que hacen posible esta declaración, es la incorporación de inhibidores de la enzima PARP, utilizados por pacientes con cáncer hereditario, y que ha cambiado el tratamiento tradicional en tumores, aportando esperanza a los afectados.
Una estimación concluye que al final del año 2022 serán diagnosticadas 3.600 mujeres con esta patología en España. Esto se debe a la dificultad de detección que presenta, pues en la mayoría de casos, no hay síntomas que alerten con antelación de la situación, lo que hace que se detecte en estado avanzado, es por eso que la SAOM recomienda a las mujeres que realicen un chequeo regular con su ginecólogo para prevenir la aparición de la enfermedad.
El cáncer de ovario es una enfermedad que suele aparecer en mujeres postmenopáusicas. Los factores que dificultan su diagnóstico y tratamiento y explican su elevada mortalidad se encuentran en la ausencia de síntomas específicos. De modo que la mayoría de pacientes son diagnosticados cuando el cáncer tiene un estado avanzado.
Es importante evitar ciertos factores de riesgo a nivel general como es el consumo de alcohol, el tabaquismo, la mala alimentación, el sedentarismo y la obesidad. Algunos estudios han sido capaces de demostrar la relación entre la obesidad y la aparición de distintos tipos de cáncer, con lo que se debe seguir apostando por las medidas de prevención para evitar el aumento de afectados que pudieron ser diagnosticados a tiempo.